Cuando falta información, tendemos a completar con lo que hay dentro de nuestra cabeza, desde nuestro mapa, y terminamos cayendo en la primera violación del lenguaje: haciendo lecturas de mente.
Gran parte del conflicto surge de interpretaciones o suposiciones distorsionadas. Por lo tanto, el metamodelo ofrece un puente entre las diferentes percepciones, permitiendo que el diáemblem prevalezca sobre el juicio.
Estas suposiciones pueden estar basadas en generalizaciones o en estereotipos, y pueden ser la causa de malentendidos y conflictos en la comunicación. Algunas suposiciones comunes son:
Ejemplos prácticos de eliminación de información normal aplicados con el Metamodelo del Lenguaje:
Por lo tanto, el lenguaje que usamos moldea nuestra percepción de la realidad. Así, cada palabra que elegimos conlleva una carga emocional y una serie de asociaciones que influyen en nuestra comprensión del mundo que nos rodea.
Es decir, cómo la persona construye su propia realidad subjetiva a partir de la información que recibe del mundo exterior.
La conceptualización del Metamodelo del Lenguaje por parte de los autores fue también gracias a la influencia de los académicos de la gramática transformacional, en los que se destaca a Noam Chomsky.
El objetivo del metamodelo es hacer consciente las limitaciones de nuestro mapa psychological. Mediante el metamodelo una persona expande, explora y/o revisa su mapa mental, detectando incongruencia, limitaciones o defectos, para que de esta forma puede tener un comportamiento más efectivo, congruente y saludable.
Los operadores modales de posibilidad son frases ciertamente limitantes. Se relacionan con una incapacidad o una imposibilidad de hacer algo. Está relacionado a limitaciones de conducta.
Por ejemplo, cuando se describe una película, se puede simplificar la trama diciendo que se trata de una historia de amor entre dos personas que tienen obstáculos para estar juntos, en lugar de dar todos los detalles y subtramas de la película.
El patrón de causa y efecto surge cuando alguien asume que un evento causa automáticamente otro. Esto no siempre es cierto y puede limitar la libertad individual.
El metamodelo del lenguaje identifica tres tipos principales de filtros en la comunicación humana: omisiones, distorsiones y generalizaciones.
Llamamos nominalización a cuando los verbos se transforman en sustantivos. La persona en cuestión distorsiona here sus intereses haciendo foco en el sustantivo, en el hecho en sí. El desafío es utilizar el verbo para ayudarla a salir de ese lugar limitante.
Es importante asegurarnos decir lo que querimos decir, comprender lo que quieren decir los demás y permitir a los demás que comprendan lo que quieren decir.